ELVERMANÍAS. Mi ami-ego.

No soporto oír el llanto de alguien sin que existan reales motivos, se me eriza la piel velozmente y escapo a cualquier sitio.
No puedo oír el sonido del chorro del pichi cayendo dentro de una bacinica, o del water, tampoco tolero demasiado el ruidillo que hace el gas de una bebida al caer dentro de un vaso, el clok clok clok soporífero, para mi es insoslayable ladear el vaso y dejar caer la bebida, la cerveza por los bordes, por las paredes del recipiente, ojalá con un mínimo sonido.
No aguanto que nadie desconocido me toque el pelo, menos una oreja. (algunas veces hasta las chicas son reprendidas)
No puedo comprender la cara de asco de otra persona mientras almuerzo o desayuno, no acepto que miren mi comida con aborrecimiento.
No sobrellevo crearme falsas expectativas, a veces, mirando a las mujeres, cometo el error de juzgar en numerosas oportunidades, sin tener certeza de mis juicios, miraba a una chica con un aspecto neo alternativo, después de unos minutos de sano voyerismo, la pude ver llorando una canción de Maná. Me ocurrió lo mismo con otra niña, podía ver su piel bronceada, su cuerpo voluptuoso y su mirada culta, pensé que se trataba de una intelectual de categoría, pues traía también unos lentes con esas características arrogantes de todos los pensadores, no soporto equivocarme así, ella bailaba axé con un pañuelo atado a la cintura y de paso, se sacaba los mocos y los pegaba en los árboles, además para máximo aborrecimiento mío, mascaba chicle con la boca abierta, y hacia globitos de vez en cuando, los que reventaba con un eco tedioso.
No resisto el olor a Tierra mojada, ¿seré un mono del Incomix?
No tolero pendejas calientes, y menos viejas tropicales.
No me gusta despertar y no me gusta levantarme, no me gusta tener que correr atrasado.
Me vuelvo abúlico cuando veo una boquita muy bien pintada, y en silencio.
Es un acertijo para mí soportar rubias, o en su efecto, o su defecto, rubios, siempre están al borde de lo absurdo con su aristocracia capilar e insípida.
Me enfrento a la elocuencia cuando no encuentro la palabra exacta, justa en el momento requerido.
También me calienta sobremanera cuando estoy a un segundo de hacer algo, y llega alguien con desmesura, e improvisando y da la orden de lo que antes yo había planeado.
Es abismante para mi conversar con personas con tufo, es aún peor si es mujer, si estuviese a mi alcance le daría empleo de insecticida, o amoníaco humano, quién sabe, fumigadora bucal.
No comprendo las risas fingidas.
Me desestabiliza ver caca humana en la calle, o debajo de un puente, al lado de un poste, en cualquier sitio me repugna, excepto la mía que siempre está fresca ante mis ojos..
Me astilla el cerebro cuando se termina el alcohol en medio de una fogata, y para que decir el venenoso final de la cocaína que siempre escasea en su momento pick.
Me saca de quicio ver manchas en mi ropa limpia, cosa que ocurre a menudo.
Me molesta ver cuando los imbéciles pagan el pasaje en la micro y avanzan por el pasillo con el boleto en la boca, apretándolo con los labios, o los dientes...ahora no pueden con la bip.
Me carga conversar con fascistas pendejos, o ancianos, es cierto, aborrezco a cualquier facho, y de cualquier edad, de cualquier forma nunca hablo con estos giles.
No me gusta hacer mi cama y menos poner un mantel para almorzar.
Soy capaz de ocupar la fuerza si alguien me contradice de puro gusto mientras estoy borracho.
A muchos también les ocurre, para mi es insoportable ver bostezar a la gente sin que se tape la boca, aún más en una conversación seudoprofunda, también me enfurece ver comer a personas sin modales, o sea chorreándose las manos y masticando con la boca abierta.
También me eriza los pelos cuando suena un celular mientras leo en un bar, o cuando oímos una charla de interés, en el cine también me perturba, es menor la rabia cuando les suena el dicho aparato en la micro, a veces es terrible para mi tener que contener mi arrebato en esas ocasiones, al fin y al cabo, son las pequeñas manías controladas de Elver Cruzila.