Tuesday, September 08, 2009
FUTBOL Y PIL-ZEN (primera parte)
En un comienzo iba a escribir sobre música y rockeros extasiados y guitarras sementales pero que mejor melodía que una disposición táctica de vanguardia, arte clásico de un equipo y la evolución de los cambios de posición según los diferentes tipos de rivales y formas de afrontar el juego. Noventa minutos divididos en dos tiempos de cuarenta y cinco en donde el árbitro es la máxima autoridad del campo, cual espantapájaros nuevo, pues dirige, y cobra de un pitazo, a ratos estupideces, penales inexistentes, fouls inventados, piscinazos del equipo visitante, teatro de extremo, el rèferi corre y con un dedo indica donde debe ir el balón, se deja engañar con zancadillas de algodones que hacen caer al delantero de plumavit como saco de papas mojado. (el colegiado pita y sanciona el penalty, Butragueño chuta y el balón golpea en el larguero y Lopetegui se convierte así en el arquero menos batido de la Liga).
-Aquí poh profe!! Cobra alguna guea’ pa este lado!! Andai puro saqueando longi culiao’!!
(el muchacho con los ojos húmedos, conmovedores de tanto tiritar quería decirle que lo estaba echando al saco, o bien, que no le parecía parcial)
Como buen invento, el fútbol nació en China, cuando el Emperador Xeng-Ti ideo un original sistema de entrenamiento militar para sus soldados, la idea consistía en entubar un pellejo de cuero lleno de pelo y caucho en un agujero de un metro de diámetro, pues sabemos que ya en la antigüedad había imbéciles que obtenían consuelo jugándose una pichanguita con los amigotes, y es así, “se vacían las ciudades y se llenan los estadios”.
Después hubo un deporte similar en Grecia y Normandía, hasta que los Ingleses se acabronaron del juego, y al más puro estilo de Kiko se llevaron la pelota para la casa y paso seguido nos impusieron a Jules Rimet como nuevo gurú e inventor del Fútbol.
En la actualidad existe un variopinto de nuevos próceres fútboleros, borrachos estilosos onda Paul Gascoine, y otros drogados, con la mitad del cuerpo dormido y ebrios de fama. Fue así como vinieron a mi cabeza los crack de Medellín, parranderos jugadores colombianos que fueron capaces de ganarle a Argentina 5/0, y en Buenos Aires. Recuerdo al Pibe Carlos Valderrama corriendo por la cancha, o sea nunca tanto, más bien trotando sobre el medio terreno, habilitando al Tino Asprilla, a Freddy Rincón, al pequeño escurridizo Anthony De Avila, la mayoría de estos melenudos aleonados, o bien, rapados deportistas colombianos jugaba riendo, disfrutando cada segundo que el balón rodaba. Un relator de la época los ensalzaba “tuya mía. para tí. para mí”.
Estos jornales de los estadios, sin arena ni ripio, fabricaban paredes mágicas, perpetuaban túneles entre las piernas rivales, imaginaban castillos en medio de imperios de pasto recién cortado y barras bravas.
El arquero colombiano también tenía su show, aparte de realizar “saques” de portería le gustaba salir a eludir rivales como un jugador más del campo, y atajaba con escorpiones humanos que sorprendían a todos, cada partido hacía una nueva y gran pirueta circense, con esta acrobacia no dejaba entrar balón alguno a su arco, evitaba que le hicieran goles tapando hasta con el hocico. Pero ocurrió, y para colmo en un Mundial, René Higuita salió a pichanguear fuera del arco, como siempre lo hacía, pero esta vez fue distinto pues Roger Milla, delantero camerunés le pincha y roba la pelota y tras correr veinte metros le convierte el infortunado gol y de paso, eleva a René a la categoría de soberano de los pasteles. En Colombia los traficantes ya encargaban su cabeza vía telefónica a sicarios contratados para cualquier eventualidad. Y claro, después de un autogol, fue Andrés Escobar quién terminó pagando todos los platos rotos. Su cadáver fue encontrado en un vertedero de Medellín una semana después de terminada la participación de Colombia en el Mundial.
El fútbol es considerado ampliamente como el deporte más popular del Mundo, con algo así como 300 millones de personas involucradas. Todas viendo la final de 22 actores, pitazo al viento y a rodar la esfera. Son 22 estrellas de un firmamento mágico. Lo mejor de este deporte es que el juego fluye libremente. Más delanteros y menos defensas auspiciarían más goles, con fútbol más eufórico, agresivo y ofensivo, claro que de este modo, los arqueros serían los encargados de cargar, al final de cada pleito, el saco con goles y con exquisitas chuchadas, vehementes improperios y blasfemias variadas en contra de gran parte de su familia. Todo por no tapar los nueve goles que le hicieron. Pobre golero, desahuciado guardameta. Vapuleado portero, le metieron goles hasta por la casucha, debajo de la lengua, le rompieron la loza y el himen. Lo acribillaron.
Se hubiese podido evitar esta escabrosa situación si el técnico hubiere dispuesto una línea de cuatro al fondo, con dos centrales espigados y fieros en la marca, aplicados para salir y dejar fuera de juego a los delanteros rivales, además podría haber dispuesto un rombo de mediocampistas encargados de ayudar a los defensas y a los delanteros de su equipo. De delanteros sé bastante, pues alguna vez también fui killer del área, este arte de liquidar las jugadas se caracteriza por atacar, atacar y atacar cual rottwailer negro y hambriento, los arietes siempre son conocidos por todos, puesto que salen besándose en los diarios, posando en revistas alzando la copa y de paso, a las chicas. Salen en flyer de discoteca, en anuncios de Gillette. Los delanteros son siempre los mejor pagados, los más lesionados y además, los más incultos. De estas frases celebres de futbolistas hay miles, pero para qué repetirlas si son ultra-conocidas, solo para la ocasión una guinda: “Terminado el cotejo entre Cobreloa y otro deshidratado rival, un periodista sudado y con el micrófono abierto hacia la Capital corre a entrevistar a Héctor “Ligua” Puebla, el 7 pulmones, éste se detiene y encara a su interlocutor aceptando la corta entrevista, bastaría con dos o tres preguntas. La conversación iba bien. Cobreloa había alcanzado la victoria esa tarde de 35 grados a la sombra en Calama, hasta que el alegre periodista con entusiasmo le pregunta:
-Bueno Héctor, ¿y como lo hace para correr tanto? Digamos la verdad, ¿cuántos pulmones tiene usted?.
El Ligua Puebla sin tomar aire y muy suelto de cuerpo le responde: “Uno. Como todo el mundo”. Y el periodista aguantando la risa despide la nota al borde del campo. Para estos casos está la “pierna de Huiquipán”, el Pato Yañez del Pato Yañez. Mitos irreales del fútbol. Cábalas antes de entrar a jugar, todas son exquisitas historias que dan bote en el área. Todos son cuentos que nos hidratan en el entretiempo.
En el Fútbol como en la vida, lo fundamental es ser capaces de controlar los balones que recibimos. Hay jugadores avanzados que pueden usar el primer toque para hacer que el balón se mueva de forma rápida hacia dónde tienen planeado correr, o tocarlo de primera y habilitar a un compañero. Pasar el esférico o el vaso, la cuestión es ceder o al menos intentarlo. La idea es dar pases con ventaja, emborrachar a la galería con el jogo bonito. Si vemos al arquero adelantado intentemos el globo, si arrancamos solos y en posición correcta y vamos solos contra el mundo y contra el arquero en vez de finiquitar la jugada con un tiro a un costado del poste y hacer un gol fome, haremos lo contrario, se la picaremos por un costado y correremos por el otro, como Pelé, y realizaremos una jugada de elite. Para todo esto es indispensable tener equilibrio dentro de la cancha y nunca dejar de tirar a portería, en cualquier ocasión intentarlo, y por sobre todo, jamás bajar los brazos al momento de cabecear, y nunca, nunca dejar de ver la pelota y correr...
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3 comments:
en espera del segundo gol pedazo de cruzila...
salute
el estratega de mi mente prepara la próxima jugada, al aguaite Pepe, estamos entrenando para usted...
está dando botes...
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