Poemas y prosas es-cogidas

LA QUE ME PARÍO (No te vayas que me apeno)


Tal vez sea cierto que la virtud y los malos augurios son síntomas motores personalizados, creo que de mi madre heredé su mal carácter y de mi padre la paz, ambos asomos involuntariamente, me veo regañando similar a ella, también me encuentro sereno como él, esto no tiene remedio, lo heredé por descuidos de personalidad, por vacíos psíquicos que me llevaron, sin duda, a imitar lo peor de cada uno, ambos extremadamente ideológicos, la paz, la guerra, la izquierda, la derecha. ¿Qué es que?
No estoy tan feliz en medio de esta pugna silenciosa, no aguanto un minuto más de inconsolable paz, no soportaré más tus gritos antes del sol.
-¡¡Por la mierda!! ¡¡LA QUE ME PARIÓ!! –eso pienso, eso extraño. Me cuesta vivir sin la locura de mi madre en medio de ollas hirviendo, era excepcional su forma exagerada de cantar los antiguos eclipses de la radio Portales, siempre escuchaba su voz diciendo: “Pídele a Dios que te acompañe, quítele poder a los malos pensamientos, que te vaya bien hijo”...


Sueños de un perro.
(La palestra de los desconocidos)

Un perro duerme a la interpérie mientras la micro se me pasa por detrás de otra que no me sirve, duerme con la cabeza apoyada sobre sus manos peludas, ni el frío ni el viento lo despiertan, menos la micro acelerando en fuga contrarrreloj. Me pregunto -¿qué soñará ese perro callejero? ¿vivirá en la casa esa? ¡¡Cresta!! ¿Qué tanto sueña el maldito quiltro echado en la cuneta?. Creo que anhela platos de champions, de doko premiun, sueña con huesos carnosos, ve a una perra en leva que también se puede servir y corre celestial ladrando a todos los autos y micros, sueña que corre por la plaza cuando le tiran lejos la pelota. El perro es blanco y chico, se relaja y se estira, sueña que lo agarran a camotazos porque ha roto las bolsas de basura, huye soslayando las piedras y sin mirar cruza una avenida de micros locas, se oye el patinar de los neumáticos. El resto es otro sueño.

La oda del té.
Fui de compras al Alma- zen.

(Suena una tuba de la India)
Todos bailan en el aire con su magia iluminada mientras Ian anda como loco por el patio en su bicicleta nueva, canta una canción llamada “Mi equilibrio espiritual”. Pongo la tetera sobre el quemador de la cocina, antes le coloco agua como para cuatro tazas, Me intranquilizo un tanto pensando en la once, camino alterado porque no tengo plata para comprar pan, caliento unos trozos añejos que de igual forma nos salvarán. Llamo al Ian con un grito despiadado, el llega corriendo y me enrostra que no quiere pan tostado, que le carga, dice que quiere “huevito a la copa no más”.
Preparo la mesa, el pan está caliente, tenemos mantequilla, queso fresco y mermelada de duraznos, todo nos aguarda sobre un mantel con motivos navideños, es marzo pero no tenemos presupuesto para cambiar de estilo con cada fiesta que se le ocurre a algún gueón. Ian Vicente quiere comer todo de una vez, le pido que espere un poco, le explico que se puede quemar;
- “Quédate quieto MIERDA ”-le grito. Obedece a medias.
Nos tomamos el té escuchando Nirvana, el pan no estaba tan añejo después de todo, un buen té soluciona todas las cosas, un buen té significa para mí, y para tantos, un gran motivo para poder beber en paz, sin gritos, sin derramar nada sobre el mantel viendo los bonitos tonos que da el sol cuando se esconde detrás de las persianas.

Te cuento.

A saber que las piernas depiladas de las mujeres nos enloquecen igual que los escotes pronunciados, todo envuelto en ese halo de ingenuidad y aquel anhelo de las mujeres por hacernos creer que no se dan cuenta de lo que nos pasa, sabemos que son ultrasensibles al tacto, a la vista, claro que solamente si las manos y los ojos hacen un excelente trabajo, cosa que tampoco abunda, pues eso de los buenos amantes es cuento. Lo que si existe para tirar a la chuña son los meros entusiastas en pelotas que no saben ni siquiera masturbarse bien, menos van a entender como hacer un buen trabajo a las feminas, a sus “chochitos afelpados”, ni saben lo que es la calentura salvaje de la mazorca insensata, menos van a tocar La CoPa LIbeRTaDORES, Esa copA Del gueVEO . Con delicadeza intentan encontrar las vías de fuga orgásmica de ellas, la ruta húmeda hacia la plenitud de su sexo. Creo que lo mejor es tocarles el clítoris a las musas con prestancia, elegantemente igual que un esclavo manual, morderlo si es imperioso y si la relación lo amerita, es un arma mágica que ellas tienen y que nosotros debemos gatillar, acariciar, arrancar de cuajo si es necesario, CON TÉCNICAS suaves, esquivo y con inocente soberbia. Particularmente las prefiero angelicales, sometidas a las pausas de las caricias, al roce en calma, en tranquilidad, no tolero hacer el amor apurado o con mujeres bruscas, no falta la camboyana que después de un beso casi se muere porque la penetren por ambos hoyos y le muerdan los pezones, que le tiren los pendejos y que le saquen de raíz los negros pelos, que les aprieten las nalgas y le den palmadas con furia, les griten, típica súcuba súbdita masoquista que busca revolcarse a muerte. A veces admiro con excelente odio a las mujeres, como bien escribiera Jack Kerouac en las “Visiones de Cody”, “las veo pasar y me duele el corazón”, eso me faltaba incluir, los besos cuenteros y apasionados en donde entregamos la mitad del planeta, la mitad del amor, y para que decir que todo se esfuma a los minutos, todo fue negociado, con furia te cuento, la perdí, se fue con otro, con Pedro, con Juan, con Diego.

Ian Vicente. Mi látigo besuqueador.
(Pensando que tiene tres años y ha tomado cinco veces veneno)

Siempre habla de más porque tartamudea y cuando por suerte habla de corrido dice las mismas cosas seis veces, es emocionantemente caótico. Se desviste solo en tres segundos cosa que no conseguiría a la inversa de la misma forma ni en un año. Es capaz de entender ideas extremas, complejas, cosas que niños de su edad ni por casualidad entenderían, pero es inconsecuente porque de igual forma hace todo lo contrario.
Es un ganador, siempre gana, aunque pierda y todos lo sepan, el gana.
-¡¡Papá gané!! –me grita.
-Sí hijito lindo ganaste –le respondo.
Si existe un lugar para enfrentarnos es la cama antes de dormir, ahí peleamos a combos, patadas y llaves anuladoras, adormecedoras –Ian llora-, pero gana la pelea, yo le creo, creo que está llorando de emoción por el triunfo y lo dejo que me golpee por última vez, es genial verlo reír, créanme que es genial porque es mi hijo, el único que quizás tendré en cien vidas. Después de darme el golpe de gracia, furioso y con lagrimas en los ojos, me besa y me dice que me ama, yo no le respondo pero es evidente que también lo amo.

¡NO!

Lamento no sentir celos,
Entiendo que todo sucumbe,
Práctico el desdén
de tu corazón arrepentido.

Tardé varios años en ver,
Lo evidente del curso del río,
Todos los caminos conducen al mar,
al limbo del profundo olvido.

Tu magia tu tranquilidad,
Tu amor, tus locas ganas,
Tu embrujo lumpérico,
Tu ombligo descubierto,

Lamento no sentir celos.
Tardé muchos años en ver,
Lo que no sospechaba que existía,
No somos el uno para el otro,
Y no por eso estamos acabados.

Un final feliz,
Un fiasco en prosa,
Prefiero morir endeudado,
Llorando,
Viendo como ya nada me importa.

POEMA 69.

Hace unos días terminó
por fin su acuosa regla,
le corría sangre por donde
yo quería lamer, está bien,
no debí ser tan burdo
para explicarlo,
pero quiero hasta su sangre,
y
sangre fresca
que está muerta en su cuerpo,
tal vez sea un vampiro y
nadie lo ha notado, ni yo.
Le muerdo el cuello
y
le pido que se de vuelta
y
que se suba sobre mí,
ella no quiere hacerlo.
No puedo convencerla,
pero siento,
que debe existir alguna
forma de que la princesa
acceda. Es su sangre,
la quiero, me hago el enojado,
me amurro,
ella lentamente se acomoda
y
abre las piernas
y
me pone su sexo ensangrentado
semi rasurado sobre la cara,
me vuelvo loco,
nunca me sentí tan prisionero,
cautivo en aquella posición
en que hombre
y la
mujer no se ven
desde el sesenta y nueve,
y habían olvidado
sus caras.
La princesa teñida de rojo
se mueve sobre mí,
me refriega todo su ser
sobre la lengua,
los labios, el mentón, la mejilla,
la nariz.
Gotas de sangre caen por mi cuello,
a ratos siento que captura
mi verga,
la lame con arrebato,
me come rápido y seguido
y me duele
y
no me quejo,
pienso en que todo es
extremo de una performance
idealista,
¿a quién se le ocurrió?
–A mí-
al Diablo seducido
por el gordinflón cucarro
de Buda,
nos chupamos los sexos
a la par,
todo es tan delicioso
que no me anima acabar
muy pronto,
no quiero rematar ahora,
menos así,
me contengo
unos minutos,
intento PENSAR
en cualquier guevá
nada que ver con sexo,
pienso en peleas de gallos,
pistoleros africanos,
perros siameses,
moaís de acero,
pienso en cualquier guevá
menos en mujeres y tetas,
menos en clítoris pronunciados,
choros depilados,
para que decir,
sería mi muerte al instante,
acabaría de tanta ricura,
pienso en montañas llenas de camellos,
en monjes jalados,
en veteranas con lentes de la UDI,
y sé que así no acabo ni cagando,
proyecto en mi mente
que es un cinema visual interior,
muchas escenas de desagrado,
me evado a propósito,
al rato, de igual forma,
acabaré muerto, con sangre en la cara
y sin semen en las bolas.
Estoy casi listo y pienso
acabar en su boca,
viene subiendo la esperma
por sus conductos fálicos,
entra en tierra derecha.
Ya casi revienta,
se me escapa un halo fresco,
salta el néctar blanco,
algunos extractos caen en su boca,
parecemos una porno
de bajo presupuesto,
pero es maravilloso,
y así puedo finalizar en paz
y, de paso, me animo a acabar
como un payasito mortuorio
empapado de sangre.
Después de unos minutos
ella duerme y yo,
me corro la paja.

Madres desnudas.

Me fascina cuando trotan con descuidados brillos y les florece un erotismo innato entre los rebotes locos de sus tetas y sus cachetes con sobrepeso, miran cándidamente diabólicas, endiosadas, perturbadoras, casi insolentes, son parecidas a suaves aves húmedas que buscan cobijo flameando en la paz del viento y volviendo malignos nuestros ojos que se inflaman despabilándose. Se nos erotizan las entrañas hasta cuando con un escandaloso acto se sacan los calzones del culo, cuando chupan calugas, calugones, emporios enteros de golosinas. Cuando van con chalitas yo me excito con sus deditos y sus tobillos, también con sus manos, con sus brazos, sus cabellos recién lavados goteándoles sobre los hombros. Si van distraídas y con los pezones erectos y ellas aún no lo han notado, yo no les compro, se les ven los calzones sentadas en la plaza y ellas no se han enterado aún, yo no me trago esa quimera ni cagando. Realmente son ángeles de otras órbitas, son musas que buscan revolverlo todo, son el sol y la luna, ciertas de estas damas en cuestión dependen de sus coños, de sus clítoris y escotes, también de sus sonrisas vestidas de encanto, sus boberías fundan un nuevo país tierno, erudito en amor, especialista en desayunos en la cama y almuerzos rellenos de preguntas:
-¿oye chanchito cómo estás del hígado?, ¿me quieres todavía?, ¿qué te pasa que estás tan callado?
Uno tiene la cabeza llena de inconvenientes y ellas quieren saber si te sientes bien a su lado, ya creo que son lo peor en estos casos, se desvelan conversando de nada o tejiendo chalequitos que las dejan satisfechas y muy cansadas como para mamarlo antes de dormir.
En los días de la regla se emperifollan con faldas que no esconden del todo a sus culos, lo mejor de estos vestidos es que continúan resaltando sus voluptuosas anatomías, uno piensa “le daría vuelta el choro a cachas, le echaría el moco en las nalgas, si está embarazadas se ven ricas, sobretodo con vestido celeste, caminando como pato y sonriéndole a todos con esa cara que no explica nada, una cara de inocentes, de arrepentidas, de torpes principiantes y muchas veces una cara incuestionable faz de calientes.

LA HORA DE LA VERDAD.
(pisándole los talones a Rimbaud,
o a un paso del infierno)

Hace unas noches atrás muy drogado y borracho me revelé a Dios con blasfemos gritos y dando patadas a todo lo que tenía cerca invoqué al Diablo, a sus duendes, a la muerte y a toda la oscuridad existente. Fue terrible lo que me sucedió a la noche siguiente. Mientras intentaba dormir recostado de guata entre constelaciones nebulosas y sábanas frías vi pasar sobre mi a un gigantesco pájaro negro, era mucho más negro que toda la oscuridad de mi habitación, quedé paralizado esperando cualquier cosa, aquel pájaro podía matarme con solo tocar mi cuerpo con una de sus negras alas, sentí mucho frío y pánico, mi hijo Ian dormía y se quejó desde su cama, Denis Gaita también estaba en el proceso de conciliación del sueño acostada a mi lado, me tomó la mano y susurró con una débil expresión en mi oído: -“Tengo miedo Elver”. No pude decirle nada pues no tenía voz y el miedo me había aniquilado las ideas, me di vuelta lentamente, miré el oscuro techo, respiré hondo varias veces, por suerte ya no estaba el pájaro negro de la muerte, no sabría darle un nombre a lo que ocurrió, no había nada, me juré nunca más gueviar con el Diablo ni con sus secuaces malditos, mi corazón iba a mil por hora, me alivié un tanto al ver que nada había ocurrido y recé.

COPROLÁLICO.
( la cantata mística de Pepe Calderón )

Conchesumadre que estoy aburrido, no tengo ninguna guevá que hacer y eso que estoy en mi trabajo, una pega culiá aburrida, chata, para otra clase de hueón, pero aquí estoy yo y pienso que ni cagando es para mi que tengo piduyes en el culo, soy hiperkinético y depresivo, Tampoco se trata de querer morirse, nunca tan culiao porque tengo un cabro chico y una mujer a quién culiar y proteger. Yo soy super grosero para conversar, todo lo comparo con genitales, a los mariscos los pronuncio con desenfrenadas sátiras carnales. Choritos, picorocos, repito choritos, lo digo casi babeando, imagino un choro peludo, rozado, abierto, húmedo. A las señoritas les pregunto si les gusta el picoroco y la palabra picoroco la pronuncio como si después fuera a penetrarlas. Cuando se van pienso “Que rica la raja de la perra culia”. Si la mina es penca digo para mis adentros “la culia mala, igual con dos combinados”.
Desde un tiempo a esta parte siempre tengo algo en mente de que quejarme, ya sea el clima de mierda, los ladrones culiaos de la derecha (Y DE IZQUIERDA), los hoyos culiaos de las calles, los balazos a medianoche que dan los barristas borrachos. Todos los culiaos me tienen chato, hasta las mismísimas cachas, me tienen podrido las guaguas lloronas, los viejos hediondos en las micros por la mañana y por la tarde, la televisión que funciona mejor apagada. Conchesumadre que estoy aburrido, estoy condenado, porque tengo que ver tanta mierda por todos lados, me estoy enfermando, tengo nauseas en los kioscos, en los restaurantes, en las discotecas, en las esquinas de mi barrio donde aflora el caribe, es un fenómeno cocacolesco, chabacano, hediondo a raja, ahí se destapan mis úlceras y quiero salir corriendo, a ocultarme, a dormir, anhelo escuchar música a todo lo que da el equipo, quiero oír a Morphine, a James, por ningún motivo aceptaría que me llamasen rebelde, es solo que estoy podrido de tanta mierda, basta de guevas, vea usted si también no está hecho caca. El país crece, hay más complicaciones, más tacos, más problemas sin solución, más enfermos sin recursos, más políticos robando, más dolores de cabeza, más imbéciles de gubernamento, más putas ganando pantalla, más materialismo, más insolencia, más mierda, en definitiva, más olor a raja.
Conchesumadre que estoy aburrido, no tengo ninguna guevá que hacer y eso que estoy en mi trabajo, una pega culia super fome, al menos me pagan al día estos reculiaos, igual los odio a los chuchesumadres.

PLANETA AIRE.

Y si fuera sencillo hacer llover en tiempos de sequía, si fuera sencillo hacer sentir a un dictador, si fuera fácil cambiar la rueda en panné con solo mirarla. Si pudiera tomar el lápiz otra vez y escribir con facilidad, velozmente, plasmando grandes historias como lo hacía antaño, por el momento debo conformarme con imaginarlo, no puedo hacer llover y menos cambiar la rueda con la vista, lo que si puedo manifestar y exponer es que si no escribo me ahogo, me muero, caigo en el abismo, me desvanezco, pierdo, me quedo solo dentro de mí.
Ahí está el lápiz, ahí van las historias, “vamos Cruzila Soto”-me digo. Haz rodar el bolígrafo aunque sea prestado, hazlo tuyo otra vez, me muero si no, lo anómalo, estrambótico, es que soy yo mismo aconsejando a mi alter ego, Cruzila Soto. Se lo digo por primera y última vez, “no te desanimes, ¿de que sirve?, no te dejes morir porque ya haz muerto bastante, el NO ESCRIBIR es una pesadilla constante, son las pesadillas de la bestia. Todo explotó sobre el papel y quedó olvidada la sangre sobre él, ahora amoldaré las palabras, esas compañeras que me hacen sufrir. Lo que me descontrola es que no siento nada, no es pena, no es felicidad, es absolutamente NADA, una anhedonia manifiesta, rutilante, feroz. Agonizo, el vacío es lo único que tengo, eso a veces me estorba, el punto de inicio, la soledad, el punto final.

Quisiera descubrir el antídoto, la cura, por ahora solo consigo empeorarlo todo. Mi sonrisa se fuga y mi amor moribundo va alejándose a distancias dermatológicas, es decir, su piel no me inmuta.
-¿Qué está pasando con mis bombeos de amor?, ni siquiera me calientan las grandes tetas ni los inmensos culos circulares, parece que nada me preocupa, tal vez sus labios, sus piernas, solo tal vez, por ahora no tengo nada claro.
-¡Menos mal que piensas morirte luego, porque con ese carácter te verías mejor muerto!- me enrostró ella con un acelerado grito endemoniado. Lo peor de todo es que no me importó su forma de decirlo ni sus sentimientos moribundos, yo creía que ella tenía la razón.

TIENE HARTA PLATA, PERO ES FEÍTA LA POBRECITA.

La fea camina con orgullo por los Cobres de Vitacura, por Providencia, por el centro de la capital, camina con su fea frente en alto como si su monstruosidad fuese intocable, ya sabrás si te atreves a molestarla. No te morderá pero será mucho peor porque su horripilancia te hará sentir nauseas inconfesables, arritmias bochornosas, cefaleas múltiples, vómitos impúdicos, dolores lumbares, perdición de extremo, después de unas horas tendrás una tortuosa intranquilidad. Lo que ocurre es que su fealdad puede ser letal, otros han corrido mejor suerte y solo se han convertido en ranas después de burlarse de ella. Su estirpe es corrosiva, dolorosa, anémica, horrible, incalculablemente fea, nos mantiene prisioneros viéndole su faz horripilante, nuestro sistema ocular queda a un paso de la irritación, no es su culpa, quien sabe si tal vez tiene escondida su belleza claro que por ahora es feíta la pobrecita, es una de esas mujeres que tiene trastocada la armonía, revuelta la hermosura, a pesar de tener cientos de millones en el banco no puede hacer nada, ella lo vive en carne propia, está desaliñada, alejadita de la mano de Dios, es fastuosamente antiestética.

Los flacos no triunfan.

Libremente me propongo el triunfo.
En un rincón todo es posible.
Ante mi cadáver se desbordan
algunos detalles.
Hacia el muro,
venas frescas pesadas y lentas.
Meditación en curso,
la cabeza y la tristeza,
de ser así,
nos marcharemos hoy mismo.
Antes tomaremos un baño y una copa.
Los comentarios que se hagan
son parte del mundo.
Como las guerras y los dioses.
Tomé el baño y
cierta mujer hablaba hasta por los codos.
La dejé, no valía callarla,
estábamos en un motel.
-¿Elver que flaco estás?
-Alguien tiene que estarlo, ¿no crees?
-No te tapes ahí. Me gusta verlo.
-Siempre es mejor ocultar a los caídos –le digo mirando la achurrascada parte de mis pudendos tesoros. Mi pene.
-¿Te avergüenzas de tu diuca Elver?
-Prefiero que me conozcas flaco, mira mis costillas, no sé mírame otra guevá.
-¡Que modesto!
-Es extraño que me critiques, después de todo no creo que te intereses por los gordos.
-¡Cállate Elver!, soy budista, no estoy ni ahí con el tema de la estética.
-Crees que arrendé esta cama para que me digas esas frases que ensayas sentada en el water. ¡Que falta de respeto!
-Tu audacia intelectual es de lo más tonto que he escuchado.
-Mira mi amor, estamos preparándonos para hacer el amor, intenta ser más agradable.
-Y tú si puedes trata de respirar antes de pensar, mira que esas mierdas de jales te tienes todo confundido y tal vez ni se te pare.
- Sabía que iba a perder contigo, igual lo intenté, por algo estoy aquí.

-PORNOGRAFY VELVET VIDEO-

Porno macabro,
Erotismo pretencioso.
Noveles del clítoris,
me excito con mujeres
comunes, claro que con el chocho afeitadito.
Soy un porno curioso.

Protoganizo la vida de
Dos mujeres
A ambas les meto
los puños en la vagina.

Pornografía velvet,
Autor pudendo
Moralicen sus coños
Viejas que no entienden.

Mi porno no tiene estrella
Tu tienes aro de tu orto
Cualquier cosa me excita
Más que pretender cines pornos
Es voyeriar mujeres desconocidas
Sicopatear perras.

HOMBRE PERDIDO PIDE QUE LO BUSQUEN.
( Jorge González era mi compañero de curso )

Siempre le dijimos BORRACHO y solo porque en un paseo de scout que organizaba el colegio a la cordillera con una copita que nos dio un profesor el Jorgito se nos curó, se caía al suelo, babeaba, decía cosas como ¿Por qué los ricos? ¡¡PORQUE LOS CUICOS!! Armó toda una alharaca con sus gritos amariconados…decía: ¡¡Que no destrocen tu vida, destrózala tú mismo!! Al rato estaba sentado solo en un muelle a la orilla del río que había en el lugar y los profesores no sabían como moverlo sin que el pelotudo no estallara en llanto, al fin se movió solo pero lo hizo para lanzarse a la corriente, es sabido que no se ahogo, pero quedó bastante hueón, yo siempre he creído que tragó agua y se le mojó el cerebro, la verdad nadie la sabe y la vez todos la sospechan, a Jorgito se le corrió una teja, pero quedó más lúcido y eso es lo que realmente confundió a todos los que lo conocimos, quedamos buscando a un loco en el cuerpo de un normal y ciertamente ese hombre perdido ya no tenía quién lo buscara.


Poemas y prosas es-cogidas