Wednesday, February 14, 2007

Fantasmas en Echaurren 351

Thomas Miller preparaba una exposición de fotografía en la cancha de Eureka Dark Plaza, habían muchos hombres expectantes con lo que tenia que decir, y mostrar Miller, llegaron el Gary Nuevo y Rolland, fotógrafos de tercera categoría, intentaban burlarse de Miller, pero el Cabezón Miller demostró que en fotografía color también se pueden decir muchas cosas, muchas mujeres miraban al Cabezón Titanio como un demente consagrado, lo apreciaban mucho más por su condición de orate, que de artista y tuve suerte, porque a pesar que la Chica Tiniebla también tenía ganas de acostarse con Miller, esa noche se quedó conmigo, al menos hasta que tuve dinero para vodka naranja, cervezas, saques y cuetes.
-¿Quieres? -le pregunté mientras mirada sus tetas gordas como bombas de agua, sus senos son de lo mas hermosos de la humanidad, con la suave luz de la luna encima.
-Por supuesto Cruzila, siempre es emocionante beber vodka contigo.
-A mi también me emociona saber que te comeré crudos los pezones.
Ella no escuchó nada y preguntó, -¿fumas?-, en la mano tenía un viceroy king.
-Bueno, pero nunca fumo- recalqué mientras veía la primera fotografía de Miller en el paño blanco del area de la cancha.
-Este amigo tuyo es un excelente fotógrafo.
-Si, es muy bueno, ¿y con el vodka como es tu relación?
-Como todas las cosas son ilusiones, yo siento que lo mío con el alcohol es ilusión.
-Me gustaría ser tu último sorbo y que me bebieras sedienta, ¿me beberías cierto?
-Claro Elver, incluso si no fueras el último. Te bebería gota a gota, ¡me excitaste negro calentón, ¿Cruzila, mírame los pezones?, ¡¡que horror, me da vergüenza!!
Se los miré mucho rato, lo suficiente para saber que su talla era cuatro, Miller mostraba a unos niños pobres vendiendo globos de colores, felices de perder, porque siempre iban a estar así. Con los mocos colgando y los pelos sucios y parados y la ropa vieja y sucia.
-Hablas mucho y haces poco, ¿cuál es tu inquietud? -insistí.
-No tengo trancas contigo Elver, si quisiera te besaría, estoy segura que no podrías resistirlo, déjame ser franca, me gustaría tener sexo oral contigo, pero no quiero que me penetres.
-Me da lo mismo, pero no me pidas un litro de leche, estoy débil.
La Chica era de armas tomar y tomó mis armas, me tocaba suave y respiraba violenta, muy excitada, su lengua buscaba la exactitud de mi falo y mi halo pulmonar, me estiraba los testículos como si fueran de chicle, lo hacia con la fuerza de cien elefantes, los tirones se volvían cada vez más desesperados, los demás que estaban en la cancha pudieron notarlo cuando con un grito de dolor supremo grité:
-¡Suéltame conchetumadre caníbal! -ella me tenía firmemente atrapado, -¡Suéltame por favor perra de mierda! -todos voltearon a ver mis contorsiones del bajo vientre. Era la noche intensa y acalorada de la Chica Tiniebla y tal vez la más descarada, ella es una tonta, pero de igual forma seguí a su lado, al rato estaba borracho yo también, me dejé ir y me
puse a hablar de las flores y la luna, estuve mucho tiempo en el baño, y casi nada en la exposición de Thomas, había bebido demasiado rápido, el vodka me tenía acelerado y pensando en tener sexo con la Chica vuelta carne, después de desconectar los sistemas y ordenar las diapos y los equipos nos fuimos a la casa de Esteban, que es un nuevo punk de Eureka, estaban cuidando la casa con el Ape Jackson y tenían la zorra con el orden, Miller fotografía al Ape con una pistola de juguete en la sien. Después de unos minutos llegó la mamá de Esteban, pero la señora es buena para tomar también y no le pone color con los cabros, todos estaban aparejados y se besaban eufóricos en un show de urracas borrachas, toda la orgía era tan evidente que la madre de Esteban entró a la pieza con la escoba en las manos y exclamó:
-Permiso muchachos, vengo a barrer los polvitos - tosió y se fue por el pasillo.
-Tía, ¿sírvase un trago? -gritó Saturnino.
-Están locos, después les da por culiarme a mi también.
En la calle aún quedan varias horas de aburrimiento, la luna alta y el viento delicado pasan por mis mejillas y algunos pendejos vienen recién del colegio, los evangélicos cantan, es una larga fila de hombres y mujeres muy formales, al final viene un señor con un carro y parlantes, algunos con la Biblia en la mano se creen el cuento, otros cargan panderos y guitarras, justamente una niña que va al lado del guitarrista lleva el micrófono y canta con desafinada voz algo de Jesús y lo vuelve a crucificar.
-“Persona linda, persona que escucha, el señor nos quiere a todos por igual, pero si usted lo desafía y lo contradice, él no lo inflará más”- se escuchan estrepitosos gallos y un evangélica quinceañera comienza a reír fuertemente, el hombre que pasea a un costado la mira insinuando:
-No te rías del Todopoderoso-, en ese mismo instante le cae un mojón de pájaro del cielo, que sin dudar se pega en el hombro del hombre, -¡No debí mirarle las tetas a la chica cristiana, no pude evitarlo, las tenía enormes!-
Cuando giré pude ver nuevamente a la Chica Tiniebla y sus pezones erectos, era lo mejor de su cuerpo, porque su cara era un huevo. La esperanza es el bastón de los perdedores y ella lo sabe bien, la evité mucho tiempo, caminé rápido tratando de dejarla atrás, pero ella aceleraba su saltarín caminar.
-¿Por qué quieres perderte de mí?- preguntó la Chica.
-Salí a comprar solamente, vuelve a la casa de Esteban.
-No puedo volver sola, esos vagos me culiarían.
-Ese es tu problema, yo no sé nada.
-Pero ayúdame Elver, por último te doy a ti la parte.
La acerqué a mi cuerpo de un tirón y la acurruqué suavemente para que pudiera sentir mi calor, ella me deseaba tanto como los yanquis a la luna, su boca dejaba escapar un ligero bouquet a cebada, la soportaba porque ese era mi olor favorito, me besaba el cuello insinuante y me decía entre escalofríos de vaho: -¡Quiero sentirte adentro!-
-No puedo acostarme contigo, eres muy pegajosa y además no me gustas, mejor ándate a tu casa y olvida este mal rato, quiérete un poco, que no te humillen esos hijos de puta.
Todavía no terminaba de hablarle y ella estaba abrazada a mi, llorando, las lágrimas le hicieron bien, se sentía aliviada y tranquila y hasta un poco menos caliente.
-Llévame contigo Elver- insistió la Chica Tiniebla con los ojitos chinitos.
-No puedo, yo no te necesito. Así solo me siento muy bien.
-Pero Elver, yo te daría todo.
La Chica estaba deprimida y su ínfima autoestima la estaba transformando en una pequeña desagradable, se restregó los ojos y el rimel le quedó por toda la cara igual que un mapache huérfano, sus mejillas negras y sus labios pidiendo mi amor.
-A ver, déjame limpiarte.
-No, no me toques cagón.
-Cállate puerca.
-Eres un escritor fracasado por eso estás irritado todo el tiempo, nunca nadie te leerá, solo a mí me importan tus cuentos y eso lo sabes bien.
-Bueno, esta bien, ahora ándate urraca borracha.
Volví a la casa de Esteban y estaba Denis Gaita esperándome, ella fue muy buena conmigo y no me derrumbó pidiéndome más, a la mañana siguiente todos pedían el baño para vomitar y la puerta estaba trancada con la cabeza de Saturnino, en la bañera estaba desnuda la Chica Tiniebla, con la boca abierta y la baba colgando, Saturnino se quedó con ella y Juan Kongos también tomó cartas en el asunto. La tina parecía una jalea de semen de ambos, el espejo en el suelo y las toallas mojadas sobre el lavamanos, la ardiente Chica tenía jabón entubado a la fuerza por la vagina, se veían los rasguños y los dedos marcados sobre la blanca piel de la ninfómana, la cortina del baño tenía dibujos de arte de hombres y mujeres desnudos en la Edad de Piedra, cortinajes exclusivos de Esteban y su madre, la mujer de las tinieblas no entendió nada, o tal vez lo hizo.
Yo prefería escribir antes que hacer el amorfo con ella, la Chica es una máquina de follar y le restaba importancia, ciertamente a pensar. Esa es la gran diferencia. El vodka nos dejó hablando en ruso y pensando en Lenin y su utópica dictadura del proletariado, también nuestras mentes eran dueñas de fantasías sexuales con intensas pajas rusas hasta acabar, montañas rusas con ideas de muerte y, en cierto modo, ruletas rusas demasiado arriesgadas y kamikases. La Chica Tiniebla serpentina entre vulgares realidades, eso la hace una ilusión terrestre, un circunloquio pausado que intenta apresurarse en vano.

3 comments:

Claudia Trejos said...

A la chuche su mareeee! este conche!!! leí el texto y me dieron unas ganas locas de cantar el tema de Petinellis!!!!
Guarrroooooo pero bien escrito!
Se me cuida.

exabish said...

genial escrito..la espera valio la pena..
posees la sensibilidad para crear atmosferas urbanas, con personajes crudos,muy humanos y con una fuerte critica social ,vedada.
Son como imagenes que se agolpan en la mente con cada descripcion que das, imagenes detalladas y que fluyen sin entorpecer la historia, es mas, enrriquecen la vison mental que uno va obteniendo , grafia tras grafia.
Me recuerdas en algo a Poe.. pero es inegable , que tu identidad literaria fluye , como si nada por tus poros sentimentales.

es bueno esperar, aveces..
besos don elver..
y si..ya va pasando..

Elver Cruzila said...

Este conchesumare, bien dicho, Echaurren era un antro de chuchetas...la historia está adaptada, pero básicamente era eso, creo que nunca beberé tanto como en el ático(Q.E.P.D)del Cabezón,usted igual se me cuida.
elvercruzila.

EDITH; que bueno que vuelvas, se nota que estás cambiando tu piel, yo te aconsejo que no escuches mis consejos. Mira hacia a delante porfiada, no vuelves a ver atrás, para qué?..y ojo siempre..