Friday, October 17, 2008
AL PIE DE LA LETRA.
-Somos tan desgraciados- pensaba, que para todo debemos hacer filas enormes como si la vida citadina no pudiera sacarse de encima el embrujo necio del tiempo de la Unidad Popular. No es mi costumbre pero andaba haciendo papeleos en el centro de Santiago entre fundamentalistas de segunda, es decir canutos que fastidian como moscas y minas turbadas mentalmente que no ven más allá y se la pasan viéndose el culo en el reflejo de las vitrinas, avanzo entre decenas de raros hombres con biblia en mano gritando interrogatorios públicos por doquier a cualquiera que fuese pasando distraído y torpes mimos sobreactuados y rutinariamente fomes. Caminaba apurado intentando llegar a la hora a un lugar equis y repletar el último espacio de la inmensa fila que un triste guardia vigila, en este día en especial era para mí una acción que muchas veces me hace perder los cabellos al instante y, lo que siempre he visto como una diligencia tediosa, esta vez me noté obligado a inscribirla también como necesaria y urgente, pues claro, me urgía tener unas cuantas lucas en el bolsillo para arreglar de una buena vez mi problema auditivo y aunque si de mi dependiera y pudiera escoger, preferiría leer en silencio y solitario bajo un árbol en el sur de Chile y no oír nada más que al viento moviendo las copas de los árboles a oír tanta guevá infortunada, tal vez deba recapacitar y considerar otra vez esta opinión. Siempre, desde pequeño me gritaban, ”baja la radio mierda”, “baja el volumen de la tele sordo culiao”, “parece que este huevón no escucha”, “ya se lo dijimos antes señor Cruzila” y frases crueles que iban dejando de manifiesto mi sordera con tal certeza igual que un grito de alarma ciudadano y familiar. Una vez, después de caminar varias cuadras, estaba donde el “señor ejecutor”, el otorrino. Vieron mi ficha y mientras esperaba ser revisado por el especialista se me acercó una linda enfermera entera vestida de un inmaculado blanco y con unos ojos grandes, delineados y verdes que, por reacción fálica-mental, imaginé de inmediato vacíos y dados vuelta, además de blancos y la boca chueca de excitación, ella sonriente me indicó, -el doctor lo ha llamado tres veces señor Cruzila, hace rato que debió entrar al box, -chucha -pensé. Debe ser por lo mismo que estoy aquí. No escucho ni mierda.
Cuando las diligencias no son en el centro debo coordinar las horas con la tía del furgón escolar que trae de vuelta a mi pequeñín Ian Vicente, salvaje querubín skater, apenas carga con siete años a cuestas pero ya tiene una decisión inmensa y si por cosas llega antes que yo al depto es capaz de romper una ventana con tal de sacar su skate y saltar baches y vallas que el mismo se propone en su mente y que, a su vez, materializa en las pistas-calles. No descansa con tal que sus “olis”, “360s” y un variopinto de trucos lleguen a su esplendor acrobático. Tomé el metro en la Universidad de Chile y debía llegar en el menor tiempo posible a Estación Central, eran solo cuatro estaciones y el ambiente rancio y cálido del vagón ya tenía sudorosos a los hediondos, que además de empañar mi nariz y provocar náuseas a varios tenía semi-aletargados a otros cuantos. Una guagua dormía y yo pensaba que estaba sedada con la axila del viejo que iba sentado enfrente. Seguía apurado y entre los fétidos en distracción veo al poeta Claudio Bertoni que vestía una chaqueta de cotelé café y unos jeans desgastados, además calzaba unas viejas zapatillas de lona y una blanca camisa delgada, onda hindú, su barba era la misma de siempre, yo no sé como puede estar siempre igual sobre su cara, ni un pelo mas ni un pelo menos, traía puestos unos grandes anteojos oscuros y al instante me acerqué a él y le pregunté con absurdo convencimiento, -¿Es usted el poeta Bertoni cierto?, él asintió con la cabeza. He leído varios de sus libros –continué. Estoy claro que usted hubiese preferido que se le hubiera acercado una jovencita de grandes pechos y redonda cola, pero ya estoy aquí. Bertoni esbozó una gran carcajada y dijo –Claro poh huevón, ¿y tú que haces? –me pregunto de vuelta. Estudio y trabajo, leo bastante y escribo novelas que terminan llenándose de polvo, sangre y semen. -¿Cómo así?, ¿te masturbas sobre lo que escribes? –ironizó él ordenando la correa de su bolso sobre su hombro. -No precisamente, pero usted sabe mejor que yo que escribir es un antídoto, vaya a saber uno para qué y para quién, pero editar libros muchas veces es un disgusto. –Sí, en eso concuerdo contigo, ¿Cómo dijiste que te llamabas?.
-Cruzila –dije. Así es poh Cruzila, yo también pasé por eso, es penca la guevá, mi primer libro lo saqué solo y me costó doscientas lucas hacerlo, claro que te estoy hablando de mas de cuarenta años atrás. -Ahora salen seiscientas una tirada de cien copias –le comento. Claro, la situación para editar es la misma, la guevá no cambia en eso, solo las luquitas cambian. Yo ahora voy para mi casa, en la playa, vine a visitar a mi vieja y a dejarle algunas cosas.
–Dime Claudio, ¿tú nunca participas en lecturas de poetas o en lanzamientos de libros y cosas por el estilo?. La verdad es que soy bien pajero para eso –me responde, siempre me corro y no voy a ninguna guevá, no me interesa la verdad, ni siquiera a los lanzamientos de mis libros voy, no me gustan las personas que van a esos eventos y me invitan bien seguido, incluso me llegó una invitación del consulado para participar en una guevá en España, con pasaje y estadía incluidas, todo pagado, y les dije que no, les tuve que pedir por favor que no me llamaran más. Ahora voy a sacar un libro con los muchachos de la Universidad Diego Portales, a ellos les gustan mis guevás y me caen super bien esos cabros, así que ahí tal vez vaya un rato, todavía no lo he pensado bien, me da lata decirles que no porque se han portado la raja conmigo, pero no estoy en edad para empezar a combatir con mis prejuicios. Simplemente no quiero y soy un hombre libre, ellos deben saberlo de sobra. –Claro, nadie te puede obligar, yo por mi parte estoy intentando por aquí y por allá poder entrar a esa casta maligna de la literatura nacional, he presentado algunos trabajos en editoriales grandes y chicas y me han dado una que otra buena opinión, igual tengo aprobado algo en Mago Editores y encuentro que tienen super buenos autores editados y también libros de calidad en papel y portadas y buenas tintas. –Sí, ellos trabajan bien, debes preocuparte que los libros estén cocidos, para que no caguen a la semana, o sea igual si la guevá la tratas como el culo se va a romper, obvio, pero debe ser un buen libro porque eso es lo que va a quedar. –Chucha Claudio, me tengo que bajar, un gusto conocerte. –Igualmente –respondió él y nos dimos un anticuado apretón de manos. No bajes los brazos Cruzila -alcancé a oír que decía mientras yo descendía del vagón. –Vale gracias –respondí girando la cabeza. Pero tú no los subas por favor –pensaba yo, porque sus axilas necesitaban con prisa un jabón y agua caliente con urgencia. Pero que importaba eso, la escandalosa fragancia de su ser le daba estilo y onda a Bertoni y a su tosca espontaneidad de poeta y dandy.
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18 comments:
QUE BUEN POST!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
EL MEJOR.
ME SONREI, LO PASE BIEN, ME SENTI COMO SI IBA CONTIGO TODO EL TIEMPO.
Besos, eres un gran escritor...no bajes los brazos en verdad te lo digo.
mar
Chachu poeta y dandy debe ser la raja aquel poeta Bertoni dentro de su atmósfera pudiente. Bueno sólo espero que mejores de problema auditivo y que encuentres un canal para que vacíes tus letras y éxito obtengas.
Salud-os de un simple aprendiz de poeta.
En realidad la poesía es un juego de letras para entretener zombies. Yo me dedico a otra cosa.
Bueno es tu apreciación respecto a la poesía, yo sólo sé que debo escribir sin ánimos de jactancia.
Salud-os desde mi cuchitril.
Es una metáfora solamente, para que nos vamos a poner tan graves.
Mi querido Elver toda apreciación es valida para mí y más si viene de ti que eres un muy buen observador como lo haces sentir en tus escritos. Recuerda que tan sólo soy un misero gusano que ha internado sus ojos en el gran universo queriendo observar mejor.
Espero que todo marche bien en todos tus lados y tu pronta recuperación en lo que te aqueja, además sabes que cuentas con mi amistad.Ah y me alegro que respondas a los comentarios, pues es muy buena dinámica y créeme que mis comentarios sólo tratan de comunicarnos mejor.
Salud-os desde mi eje.
nooooo... es mentira HUAYAT yo soy mas humilde que ustedes , ¿meresco un premio?
¿una mujer que me alague?..
LO NECESITO PORFAVOR....
SOY MAPUCHE O SOY ESPAÑOL??????
No se inquieten esa frase de mapuche es de un tema de Jorge González en el futuro se fue, es deber escucharlo, Huayat me inquieta tu humildad, Humildad viene de humus ese piso que tienen los bosques , no nos merecemos ser así. Pero eres un buen poeta juglar, y elver este escrito esta maduro , es que mas que escribir, tus sentidos están en otra, ves en la calle , incluso mas allá , buena.
Te imagino escribiendo un nuevo trópico, sin depender de Henry Miller eres Henry. Y puede seguir siéndolo más.
saludos.
Querido Coctelmarx hasta donde yo sé, humildad viene del latín Humilitas, pero en fin, quiero contarte un secreto que a través de mi humildad y sencillez he llegado a conocer a las personas con un angulo más exacto respecto al perfil de sus emociones, virtudes e intereses en lo que llaman vida. Realmente tan sólo soy un simple aprendiz de poeta, quisiera yo ser poeta.
Salud-os mis inquietantes amigos desde mi careta.
BLA..BLA BALA..(DE BALAR)..MM.. BUEN POST.. GUS... ME GUSTO LA TMOSFERA QUE LE DISTE..
MEJORATE DEL OIDO..Y CUIDATE
Ya está, gracias por sus comentarios. El oído está full stereo, pero quisiera saber donde eran las inscripciones para el concurso de humildes. Hubiese preferido una reñida selección de idiotas a esta excesiva y cursi idea de creerse humillado por algo.
Pero, ¿quién quiere ser humilde?
Error, error mi querido Elver ser humilde no significa ser humillado, quizás algún día sepas lo que significa ser humilde, es más nadie a mí me humilla, pues pregunta a quienes han conocido mi odio y crueldad para con ellos, en tanto a otros no les doy importancia.
Exhibición documentalParaíso al camino: una bitácora sobre Claudio BertoniInformación del eventoEquipo anfitrión: Yeniffer Rojas y Evelyn VeraTipo: Música/Artes - PreestrenoRed: GlobalHora y lugarFecha: Miércoles, 05 de noviembre de 2008Hora: 17:00 - 20:00Ubicación: Centro Arte AlamedaCalle: Av. Libertador Bernardo O`Higgins 139.Ciudad/Pueblo: Santiago, Chile
igual me da lata que los dialogos se califiquen de balar mas arriba, estare paranoico?
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