.ALTA INFIDELIDAD.

mordedor.2008


Esto si que es peliagudo, ima”gimen” dos humanos, se ven un día, se miran por la tarde, se juntan una noche y se gustan, se quieren comer hasta con zapatos, quieren hacerlo a como de lugar, oyendo a los Cuatro Huasos Puercos o Radiohead B-sides. Quieren estar uno sobre el otro y amarse, en fin, quieren gritar mételo-sácalo-me duele-mas rápido-detente…entre otras guevás. La Alta Infidelidad, es cosa seria, estos animalitos se imaginan, se crean, se pervierten antes del coito y se frotan una cantidad de fluidos irreales, mentales-corporales, porque ser infiel es irradiar demencia, y en casos, honestidad.
Es un estado de locura en que nadie sabe más que de si mismo. Para que hago esto, sin duda, para mí. Porque ser infiel no es un acto en contra de nadie, es más bien un escenario a favor. Claro que es doloroso también porque el infiel se juzga (algunos(as)), y juzga al resto, cree que todos lo quieren cagar, desconfía de cualquier movimiento, el infiel no confía ni en su propia sombra, ni en sus suspiros. Cree que es centro de algo macabro y mientras es penetrada o mientras lo esta metiendo no está consciente, cree estar poseído por el cachero de las pampas, o en su efecto, la diosa Venus, el asunto es que de cualquier modo pertenece, por instantes, a algún dios griego de mierda, y de moda, no sé porque, pero los dioses griegos jamás pasan de moda. Culiar, que rico es culiar- decía Bertoni en un poema por ahí. Pero le faltó, "o que te culeen", da igual, este miserable blog y Elver Cruzila Delacalle en general, solo quieren que todos se follen con todos y de esta forma, se expresen. Eres infiel, no lo ocultes más. La fidelidad te pone viejo, te hace otro, lo que siempre estará, será sin duda, la vida que no queremos llevar. Estará en cada paso, en cada sí, yo te doy esto y tú me das aquello. Dale con el látigo, y otras guevás por el estilo. Divertirnos es lo que nos da la paz. Bebo, rio, me reencanto, me olvido. Ya está. Quiero esto mucho tiempo más, ¿cuanto vale?, yo quiero otro poco, ¡¡dámelo!! Queremos ser infieles hasta con las putas feas, da igual, esas minas son más calentonas porque son feas y en nuestra mente ardiente están menos usadas, tai loco, están más rotas que la chucha…acaso no sabes que este país esta lleno de hueones feos que culean feas. A nadie le falta dios poh socio. Pa ser infiel solo debe de pararse…y caminar, es decir, avanzar, entrar, ir al abordaje y tomar el cofre repleto de objetos que no valen nada y que no sabemos para que sirven, pero los tomaremos igual, en la guerra hay que robar de todo, corazones, almas, besos, sables, hacer un escándalo de un polvito. Tomar la ruta, hacer camino al andar, romper toda la loza, comerse la color. Incursionar en grado tres, cuatro, y continuar periódico. Chupar zorra, tetas, meterse a pata pelá. Derribar el portón. Hacerla toda. Hacer el sistema. Entrar con bombos y platillos. Estar en la volá. Hacerse mierda. Dibujar. Poncear a raja pelá. En otras palabras, estar pasando de príncipe y sin corona y sin lujos y sin siquiera tener una linda palabra que decir, ante todo agregamos “esta noche mi princesa…le voy a meter el pico”, y la princesa de verdad está planchando camisas en la cocina de tu departamento y oyendo al perro ladrar...y pensando…”ahí viene mi rey, este es mi compañero, debe venir cansado de la pega, él nunca me fallaría”.
En ese mismo momento en Minnessotta, en Managua y en La Pintana se cae un piano negro de forma simultánea sobre mujeres fieles, reconocidas mundialmente y con diplomas de universidades y estudios incluidos. La fidelidad es un adorno, un amuleto necio que nos hace crear modales y creer morales. Todo es un bodrio, ella está de pelos, está como quiere. Ahí vamos. Tiene todo en su lugar y brillando, tiene unos ojos profundos y todos la quieren ver desnuda cuando pasa, el muchacho es sabido que tiene un pico y medio y grandes bolas negras y peludas y arrugadas, quien podría estar en paz sin un orgasmo diario, sin sentir rosquillitas reiteradas cayendo por la espalda. Seremos fieles, quien lo dice, quizás solo unas horas. Mientras dura el matrimonio, en la fiesta de recepción ya veremos con papas fritas a las primas de nuestra esposa, pensaremos en como lo maman y de frentón nos lanzaríamos un piquero en sus escotes y morderíamos sus nalgas para luego irnos de luna de miel con otras. Ahora si realmente esperas tener más tiempo de lealtad, y anhelas, y aspiras a obtener a alguien que te brinde fidelidad de por vida, cómprate un lindo perro, de esos que muerden las manos de mentira.