Thursday, February 18, 2010

TIRA LINEAS



Cuando las personas son desagradables sin siquiera percatarse, como a muchos de nosotros suele ocurrirnos, lectores o no, es mejor olvidarse de hablar y de mirar y es, querámoslo o no, simplemente el deber de soñar el que nos mantiene en pie. Si fuera por demostrar aptitudes o monólogos, o tal vez valentía, un borracho sería un maestro en estas lides bizarras y los intelectuales de pacotilla se rebuscarían hasta las chauchas para terminar diciendo “al mundo le faltan lideres”.
Un día de mierda dijiste que no volverías a decirlo y en la tarde pasada lo dijiste tres veces, yo no sabía si era cierta esa tortura y las encuestan me daban perdedor, un poeta llamado Extingo canta sus noches demostrando en coros su debilidad por la cuneta. Mi mujer se fue, no sexualmente, sino de viaje, que a la larga puede resultar lo mismo. Estoy arrinconado entre sentimientos y como en una cárcel personal intento abrazar al mundo y quedo atrapado en lo mundano, saludo con apretón de manos a un asesino. Por las noches en Eureka es mejor amarrarse a la cama y tratar por todos los medios posibles de dormir, a nosotros entre chistes y botellas de pisco nos importa poco si vuelves, es seguro que algún adicto se estrujará la ropa empapada en lagrimones, cuando alguien dice la verdad es difícil creerle, los adictos pueden engañar hasta a un detector de mentiras con tal de conseguir sus drogas una vez más. Si de mentir se trata de inmediato pienso en Elver, que es capaz de disfrazarse de cerro para esconderse de su polola los sábados. Ella no se hace problema y toma otro destino y candorosa y sin esconderse va cayendo a los espesos y sucios pantanos llenos de viejos cocodrilos ebrios, dicen que la muchacha lo ama, nadie sabe porqué, pero todos lo comentan. Elver no es para nada lo que ella anhelaba, porque detrás de unos lentes oscuros y algo de creatividad no pueden estar sus sueños de mujer, la princesa es Denis Gaita y necesita de muchos reyes que la ennoblezcan a cada segundo del día, es por eso que tomé el puñal y pensé en el romanticismo de verla sangrar, su vida es morir, desconozco las vueltas de la existencia, los mandamientos yo podría burlarlos con facilidad, es muy difícil acertar la frecuencia de los “pecados”, que no son mucho más que pequeñas rebeliones naturales. En estos tiempos gemidores hasta un pedo puede ser considerado un atentado. Matar, desear, robar. Pensar, lo que existe es la tentación, un toffee para un abuelo, el asunto es para profesionales.
-¿Cómo podríamos ayudar al amor y volverlo limpio otra vez? –me dice Denis.
-A veces siento que son tantos y tontos los recuerdos que abochornan la pureza de la idea y esa extensa imaginación animal manual que nos retuerce. Al menos yo nunca he levantado la mano a una mujer, pero si les he bajado las faldas y luego los calzones. Gracias a mi instinto no quedaste antes embarazada.
-Bastardo de mierda, gracias a Dios eres estéril, te imaginas que en este momento mi estómago podría estar maldito con algo tuyo, y que tú para más cagarla, ignorarías.
-Tú crees, ¿sería como terminar con la evolución?
-Tú no evolucionas, te ramificas semejante al mal.
-Eres tan buena conmigo.
-No te hagas el imbécil ni el judío, ahora que estás escribiendo di la verdad.
-Nunca te he engañado. Siempre espero a alguien, eso es todo.
-Ahora supongo que esperarás que te crea.
-Denis te quiero.
-Necesito pensar un poco. Me voy de viaje unas semanas.
-Cada verano necesitas más a esos insectos esculturales.
-También soy un bicho, ¿o no?
-Pero mío -digo.
-¡Estás loco!, los insectos no tenemos dueños.
-En realidad los insectos siempre me han dado asco.
-Por eso me voy. Dame las llaves.

Abrió las alas y se fue volando entre los árboles, el viento la llevó a un sitio que ella no había escogido, estaba demostrado que podría haberla aplastado. El romanticismo no podría revolcarse en la cama, el sexo y sus deformaciones de armonía no podrían hacernos olvidar los secretos y el misterio de cada noche. Éramos como las antiguas ansias de la raza, la tierra para unos y el cielo para otros, el frenesí de los movimientos me lanza al vacío. Las mujeres deberían tener códigos y los poetas de primera línea acceso directo a sus corazones. Desde tiempos remotos que la humanidad se empeña en conseguir fácilmente cosas que en la práctica y en el ejercicio de vivir cuestan mucho, siempre hay inexpertos que anhelan terminar con sus problemas instalándose justo sobre otros más terribles. Es parecido a intentar hacer un cover de una mala canción o ir a buscar miel al panal de abejas asesinas. Tal vez las buenas personas ya han partido y ahora estemos aquí las aves de rapiña, que sin elegancia ni escrúpulos filudos carroñaremos todo. Es muy “arrogángster” pensar que dos serpientes exquisitas se han fijado en mí. Una es García y su amor aguachento, de palabras cortas y de hospital, un “amor-miedo” análogo de ejecución, nunca fue trascendental mirarnos el brillo de los ojos. Ahí fallamos. La otra serpiente es pequeña, aunque a modo de bestia es más gigante, es preciso que sepa si está vinculada al veneno de los mordiscos o es principiante. Dice que no consigue sacarme de su cabeza y yo creo que está loca y trata de correr frenéticamente hacia un galope carnal conmigo, la veo delante del sol con su falda corta y ensillo la yegua, de paso le tomo la cintura y sus labios después. Todo es sublime e imposible, es absurdo que la pueda evitar, supongo que debo agradecerle al diablo por esta invitación. Ella es una serpiente sin ancestros y en sus cartas hablaba de mis ojos y todo aquello que refrescará las heridas.
-Cuando las personas tranquilas duermen, deben estar diciendo algo –le digo.
-Los aullidos de los perros también tienen su dialecto canino.
-Si tuviera más tiempo para visitarte.
-No te preocupes, estoy acostumbrado a ser una isla.
-Y yo un barco extraviado.
-Estoy recién almorzado, ¿podríamos?
-¿Quieres seguir con esta estupidez?
-Si, porque no, es como robar.
-Pero robar no es tan estúpido.
-¿Cuál es el extremo?
-Robar es hermoso.
-…
-…
-¿Desde cuando robar es tan hermoso? -preguntó uno que robaba con diplomacia.

Era comerciante. Robar se justifica a pesar que uno sea la víctima, es evidente que las armas blancas son almas negras. En un bar “Un Dios Solo” mezcla música y tragos, el cerebro es el depravado, escucha sexo y se pone duro y cruel, y húmedo del otro bando. La vida es más loca de lo que cualquier loco escritor pueda escribir. Las rubias son un cuento aparte, si se van con todo el hilo son tildadas de putas y si se quedan echadas como vacas son cartuchas, si hablan poco son huecas y si se callan todos piensan que son tontas. No hay remedio con ese color de pelo, o son cloacas inservibles o pendejas escupidas de sus casas. Aclarar este cuento es como peñiscar un vidrio, pero los místicos de hoy, como yo, que soy un antiguo prolijo que trata de permanecer al centro y con hábitos decentes, lo resolveré. El alma de las rubias está en cada repollo de cuaderno de fin de año y en los candelabros que podemos encontrar en baratijas navideñas. Una rubia mística sería una exposición de defectos, ellas siempre te mirarán con una sonrisa y estarán pensando lo peor de ti, te escucharán y se reirán contigo y solo esperan que te mueras reventado por un container.
Salí a la feria a buscar papel higiénico y fui alejándome sin querer de la necesidad de comprarlo, ella esperaba sentada en el baño. ¿Cómo demostrar ciertas cosas sin caer en el invierno infrasensorial del olvido?, ”de perder la vista, el gusto, el tacto. A perder las ganas de volver a casa”. Es permanente el arrepentimiento que obtengo, un perdedor entusiasmado con el triunfo. Encajarían a vuelo de pájaro unas brujas sinceras y con resortes lubricados bajo los zapatos para elevarse con mayor velocidad y sin consultarlo con nadie. -No se muevan de la Tierra -gritan neurasténicas.

Venía un abuelo gritando por la feria y un adicto intenta llevarle las cosas sin su mínima autorización, es un carrito fabricado con ruedas de patines y maderas viejas, en Eureka acelera un Opel Century de dos puertas, el abuelo jadea:
-Nadie nos quiere a “losotros” -mientras compra tomates y yo me distraigo con el escote de una cuarentona caliente y despeinada. -¿Que habrá querido decir el viejo?, -¿los otros?, ¿o nosotros? -Envuelto en sofocantes aires vuelvo a mi casa, entro al living y desde el baño ella grita:
-¡Amor confort!-
-Chucha, espera otro poco. Se me olvidó –y salgo corriendo.
-Elver apúrate. Tengo acalambrada las piernas y el poto.
-Disculpa Reina. Soy un maldito desmemoriado.
-Mierda apúrate. Como puedes tenerme aquí una hora.

Salí otra vez en busca del producto relegado y como era de esperar, volví a olvidarlo.

2 comments:

angelilith said...

....pasado, presente, futuro...cada palabra quieraslo o no,ha ido formando el guión de tu vida...

Elver Cruzila said...

yeah..