Friday, November 03, 2006

La luna de sus corazones

-¿Esta crema es para la cara o para las manos?
-Yo creo que te sirve para las dos cosas, tus manos y tu cara son de la misma piel.
No es un sarcasmo, te ves muy linda cuando te pones esas cremas blancas y luego la máscara de palta, lo lamento, pero me satisfaces cuando te marchas, el fin de una buena película no se compara con lo que siento, mastico chocolates pensando en cambiar las cosas, debe existir algún modo, las letras ya las cambie para siempre, pertenezco a la eternidad, también cambié unos corazones y los volví luna. Hay veces en que los corazones se vuelven sol, y es bueno imagino para alguien.
-¡Detente por favor!, ¡no te bajes a los berros!-
Acto treinta. Misma hora.
-Algunos encuentran en las drogas lo que otros consiguen en la iglesia, la diosa y el odioso, tal vez la historia más olvidada.
-Si el rock es anglosajón, nosotros tendremos que darle con tambores y la raza.
-La luna de un corazón tiró el ancla.
-Es un “exsexo”...
-Me parece que para liberarse hay que conocer el encierro primero.
-En esto del amor alguien es cúpido.
-Todos somos escupidos en un comienzo.
-¿Tienes algún malabar?
-Olvídate viejo galleta.
-Amor cuaja en mis brazos.
-¿Elver?
-Sí.
-Alguien salió corriendo.
De un momento a otro se unen la garganta, el hígado y el corazón.
No recuerdo bien, parecíamos felices y me grita y mando todo a la mierda. Ahí queda muerto nuestro amor, con un zapato suelto al lado y una roca encima oprimiéndolo.
-¿Qué dijiste?
-Dije hazlo tú.
-¿Entonces no digas que puedes hacerlo?
-Bueno disculpa.
-Esta bien. ¿Cómo si te costara?
-Bueno dije, cállate ahora.
-¡Cállate tú!, ¿Elver te calmas o mejor chao?
-¿Qué quieres decir con ese chao?
-Tú…mírate.
-(me miro de los pies al pecho)
-Pareces tarado ahí,(Denis pone caras), siempre pensando en algo malo, como un adicto terminal, hazlo por ti, ¿cómo puedes querer estar endurecido todo el día?
-Ya entiendo tus intenciones.
-Sienta cabeza.
-Todos los seres vivos buscamos algo más que la simple vida, por eso nos matamos día a día. Nos destruimos a escala disfrutando la lentitud exacta del dolor.
-¿Me intentas decir que estás matando tus sentimientos de puro gusto?
-¡Estoy esfumado!-
Denis Gaita se va y salgo a caminar, a las chicas lindas les pongo cara de león borracho, a las feas cara de gato tiñoso, hay días que entran en mi ritual y después las abandono, me duermo igual que los escolares para no ceder el asiento, sacan sus cuadernos y simulan estudiar mientras las ancianas hacen acrobacias en los pasillos emparafinados de la micro. Los obreros parecen reclutas obligados a trabajo forzado, las nuevas y modernas máquinas cobradoras atochan y demoran la continuación de las mañanas, (o)jala que no quieras, es una cuestión personal, cualquiera se manda cuesta abajo entre insectos, es mi terapia diseminada en amor, ¿pero, que pasó con él?, es verdad que se quedo abajo porque no traía sencillo para pagar.
Quedé plantado, es triste ser desechado, siempre tuve la maldita costumbre de dejarla sola y marcharme a buscar drogas con cualquier patán, en cierto modo, merezco este trato. Esta inaccesible, la puedo tener conmigo pero ella tiene su cabeza en otro lado, podría pagar una recompensa por mi perrita perdida, cosas simples me hacen pensar y perder el control, empeoran las relaciones, es mi muerte esta soledad, cuatrocientas unidades de cloruro de potasio por vía intravenosa, como en Medidas Extremas. De sorpresa en sorpresa se aparece en mi puerta Denis Gaita, trae los ojos chinos y rojos y una botella de Martini a la mitad. -Me tomé varios sorbos para poder venir- dice.
-Traes un escudo.
-No, Martini.
Conversamos unos minutos y todo estaba solucionado, alguien debía limpiar la sangre. Prometimos no contarle a nadie de nuestras discusiones, siempre hay enemigos que esperan saber tus dolores para después utilizarlos en tu contra. Sin darnos cuenta hemos caído en un místico juego de suspensión corporal, no podemos dejar que nuestras ideas se fuguen, nos calcinaría la memoria.
-¿Te acuerdas cuando bebiste más de la cuenta y le intentaste agarrar el culo a mi compañera de la U?
-Si, lo recuerdo bien, ¿qué mierda tiene de malo tocar un culito?
-Elver, eres último, eres peor que un puto.
-Los imbéciles creen que es pecado el sexo o la carne.
-Ninguna religión se atreve a explicar la desobediencia.
-La carne se lava.
-En realidad la realidad no es real.
-No hay remedio, eres una barricada, mi privilegio es un hermoso obstáculo.


Fotografía : Merkley



3 comments:

dayanna* said...

me gusta como escribes, más no entiendo bien el sentido.. saludos

Ayari said...

"Teleseries"?
A qué se refiere exactamente?
Saludos.

Elver Cruzila said...

Es solo que en Chile cuando algo se pone demasiado meloso, y entra en ese quilombo del amor al límite del desamor, lo llamamos teleserie mexicana, novela negra, no sè, tal vez me exprese mal.
saludos , totales.