Fue paradójico pero a la salida de la Escuela Militar los vi, no era mi intención molestar a la viuda de Víctor Jara y por descuido fue tal mi efusión vocal que tal vez lo hice, caminaba lentamente con un abuelo del brazo y eso pudo haber sido porque yo hablaba de Víctor mientras ella sostenía mirándome atenta, el viejito estaba bien mantenido pero no era su padre, sino su nuevo compañero. A mi que podía importarme dicho señor, lo que realmente me preocupaba era saber si Víctor había muerto para ella, claro que no se lo pregunté porque cuando quise seguir hablando con la señora Joan ya se había escapado con el viejito del brazo, miré por todos los rincones del Metro de la Milica Escuela y entre los fríos enclaves de cemento no logré verlos más ¿?...Desaparecieron?
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